Entre agosto y septiembre celebran sus fiestas muchos pueblos de España. Y una forma de ponerles el broche final son los fuegos artificiales.

En algunos lugares, como en la Semana Grande de Bilbao, celebran concursos internacionales. Y son uno de los espectáculos más populares.

Vamos a ver algunos consejos para captar ese momento, cámara en mano.

Equipamiento

Para fotografiar fuegos artificiales necesitarás un buen trípode. Estamos hablando de fotografías nocturnas, y los tiempos de exposición son elevados. Debemos evitar que las imágenes salgan movidas.

Un disparador remoto te ayudará también a minimizar las vibraciones. Y no olvides de llevar baterías cargadas y varias tarjetas de memoria.

Ubicación

A la hora de fotografiar fuegos artificiales es preciso elegir bien el emplazamiento. Debes tener un buen campo de visión, sin ‘cabezas’ por alrededor. Si vas donde va todo el mundo, estarás apretado y no podrás trabajar cómodo.

Generalmente lo espectacular de los fuegos artificiales no son sus colorines, sino el paisaje en el que estallan. Que nos ayuda a encuadrar la imagen y a ubicar el espectáculo.

De ahí la importancia de colocarse en un lugar apropiado, con elementos de fondo y otros puntos de interés: edificios, montes,… Si estás en un pueblo de costa, busca el reflejo de los fuegos en el mar.

Tendrás que llegar con tiempo para montar el equipo, hacer pruebas y preparar la cámara. Lo mejor es fijar un encuadre con el trípode y tomar las fotos sin mover la cámara.

Nada de flash

No te olvides de desactivar el flash. Además de ser inútil para tomar fotos a tanta distancia, puede forzar la velocidad de obturación y apertura de la cámara, y distorsionar los colores originales.

También tarda en cargarse, así que a la hora de disparar te perderás el espectáculo. Por no hablar del gasto innecesario de baterías.

En línea con lo dicho en el apartado anterior, pon el zoom al mínimo. Así captarás el mayor campo de visión posible, incluyendo en el encuadre otros elementos interesantes.

Utiliza la sensibilidad ISO más baja posible. Una muy alta, con exposiciones largas, sólo añadirá ruido. Un ISO 100 ó 200 debe ser suficiente para obtener fondos negros con los fuegos como foco de atención.

Respecto al diafragma, ciérralo –sin pasarte-. Una apertura f/8 puede estar bien, en principio, para aportar nitidez y profundidad de campo.

Sin prisas

Con la velocidad de obturación podemos –y debemos- jugar un poco más, ya que es una de las claves para fotografiar fuegos artificiales.

Una velocidad 1/50 o superior nos permitirá congelar el estallido de los fuegos. Pero puede resultar más interesante plasmar su recorrido, capturando la estela luminosa. Para ello, habrá que emplear velocidades más bajas.

Los que nos puede dar más problemas al fotografiar fuegos artificiales es el enfoque. El sistema puede ‘aturdirse’ si no encuentra una superficie que enfocar. Mejor ponerlo en manual y enfocar al infinito.

Finalmente, y como aconsejamos muchas veces, si la cámara tiene esa opción, dispara en modo Raw. Y un último consejo: no tener prisa. Este tipo de fotos no se consiguen a la primera.

¡Suerte y disfruta del espectáculo!