Esta modalidad fotográfica es una de las más visuales y espectaculares del mundo de la fotografía. Consiste en la captura al detalle de imágenes cotidianas. La fotografía macro es capaz de mostrarnos detalles de los objetos en los que jamás habíamos reparado antes.
La Macrofotografía
Si analizamos el término «macro» encontramos una palabra cuyo significado es «grande». Por lo tanto, todo lo que se haga bajo el formato macro será mucho más grande de lo que es su tamaño real. Por ejemplo, un insecto sacado bajo las premisas de la macrofotografía aparecerá como un gigante de cara al espectador.
Para conseguir esta magnificación es necesario un equipo fotográfico especial.
Qué necesitas para hacer macrofotografía
Muchas cámaras digitales ya incorporan esta acción de forma automática. Si observas las opciones de tu cámara verás un símbolo en forma de flor. Esa es la opción macro. No obstante, no es un formato macro real, sino que consiste en permitirnos sacar una fotografía muy de cerca.
Para realizar fotografías macro de calidad se necesita el siguiente equipo básico:
- Lentes de conversor macro: Consiste en emplear la cámara con cualquier objetivo que tengamos a mano, incluso el del kit original, y engancharle a este objetivo un pequeño lente conversor que, como su propio nombre indica, convierte el objetivo normal en un Macro. Esta es la opción más económica, pero no la más efectiva.
- Tubos de extensión: Proporcionan más acercamiento al sujeto que las lentes de aproximación, pero para utilizarlos se debe desenganchar el objetivo del cuerpo. No obstante, limitan bastante la luz que llega al sensor. Por otro lado, las imágenes que se consiguen con ellos tienen más definición que las que se consiguen con las lentes de aproximación.
- Fuelle de extensión: Más o menos se consiguen los mismos resultados que con los tubos de extensión. La principal diferencia es que, con el fuelle, puedes controlar exactamente la distancia focal que tendrás. Además, se acostumbra a perder el contacto objetivo-cámara, así que perderás el fotómetro y deberás calcular la luz a ojo o por ensayo-error.
- Objetivos macro: Son objetivos que gozan de la habilidad de poder enfocar a distancias muy reducidas, pudiendo enfocar incluso estando casi pegados al objeto o sujeto que estamos fotografiando. Estos objetivos suelen tener una distancia focal comprendida normalmente entre los 50 y los 200 mm, aunque los hay incluso de 500 mm. Es sencillo encontrar este tipo de objetivos, ya que en su caja, suele aparecer la palabra “Macro”.
La importancia de la distancia
Si no dispones de estos elementos no significa que no puedas practicar esta modalidad fotográfica. Lo más importante es que guardes la distancia necesaria para acercarte a los objetos sin perder el enfoque. Lo primero es pasar a modo de enfoque manual y situar el anillo de enfoque a la distancia mínima.
El siguiente paso es usar la máxima distancia focal que tengamos en el objetivo. A partir de aquí, no tocaremos el enfoque ni el zoom.
Por último, tenemos que situar el ojo en el visor e ir acercando la cámara al objeto que queremos fotografiar. La imagen se enfocará poco a poco. Cuando estemos a la distancia mínima de enfoque, tendremos la máxima nitidez y podremos hacer la foto.
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